..."NO HAY PARA EL MAR COMO EL AMOR
NO HAY COMO CÁDIZ PARA EL MAR..."

FERNANDO QUIÑONES

lunes, 13 de febrero de 2012

Ayer tenía la hermosa Caleta berrinche de niña mimada...

¿o quizás fuera su enfado por dejarle el gadita su cara manchada?

sábado, 11 de febrero de 2012

Me escondo hoy de la vieja Contreras.

Quiero primero ir a ver el vestido de novia que tiene mi Cádiz y me llego a la Alameda...mi Cádiz... Voy llegando desde la plaza de Mina  y como una sirena embrujada por la luna llena me echo en los brazos de la balaustrada, ella vieja, cansada, picada de viruelas... que en algunos tramos parece pertenecer a una vieja goleta allí varada.
Me hago tan pequeña entonces que puedo acompañar a las gaviotas señoras y ansío ser como ellas, poder planear sobre las olas pequeñas y sentir la caricia fresquita de los encajes de espuma.

Mejor que tener un dios es tenerla a ella. Llenarse los ojos de mar y nublarlos de lágrimas... que no hay en mí deseo mayor que fundirme algún día en estas aguas.
Si viene alguien hablando otra lengua miro de reojo y me lleno de orgullo; veo a la gente extasiada perder la mirada allá lejos... y después seguir caminando a su vera, al ladito de este mar que yo llevo en mis venas.

Me escondo hoy de la vieja Contreras...

La niña Caleta tiene la carita sucia y me da pena. Tiene pecas de cristales rotos en su orilla, heridas de plástico, piropos de carnaval como colgajos y horquillas de colores recogiendo su melena que a veces le dejan olvidos oleosos...
Camino por su pecho vestido con un jersey de basura y me acuerdo del Caleti. Un pellizquito salado me hace  parar y me agacho por cualquier cosa, cualquier cosa vale para la niña Caleta más que un piropo...
Me llevo un vaso de plástico y un paquete vacío lleno de arena mojada...
¡Dice que te echa de menos, Fernando!
El pellizquito salado me lleva a la papelerera y después a la Laja... allí no me encuentra Contreras...

Y mientras escribo borracha de amores un verso a tu nombre vienes y me salpicas traviesa, mi niña Caleta, un beso.